- Espondiloartropatía y Discopatía -
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La espondiloartropatía y discopatía son condiciones degenerativas que afectan a la columna vertebral. La espondiloartropatía se refiere a la degeneración de las articulaciones facetarias (pequeñas articulaciones entre las vértebras), mientras que la discopatía implica el deterioro de los discos intervertebrales. Ambas patologías suelen desarrollarse como parte del proceso natural de envejecimiento, aunque pueden acelerarse por diversos factores. Esta página ofrece información educativa sobre estas patologías, sus causas, diagnóstico y opciones de tratamiento disponibles en Las Palmas de Gran Canaria.
¿Qué son la espondiloartropatía y discopatía?
Estas patologías representan cambios degenerativos en la estructura de la columna vertebral que afectan su funcionalidad y pueden causar dolor significativo:
- Espondiloartropatía: Consiste en la degeneración de las articulaciones facetarias, pequeñas articulaciones sinoviales ubicadas en la parte posterior de la columna vertebral que permiten la movilidad entre las vértebras. Cuando se desgastan, aparece dolor, inflamación y rigidez.
- Discopatía: Es la alteración en la estructura y función de los discos intervertebrales, que actúan como amortiguadores entre las vértebras. La degeneración produce pérdida de altura, deshidratación y roturas en estos discos, comprometiendo su capacidad para distribuir cargas y absorber impactos.
Estas condiciones suelen presentarse simultáneamente y formar parte del llamado "complejo degenerativo vertebral", afectando principalmente a la región lumbar y cervical de la columna.

Causas y factores de riesgo de la espondiloartropatía y discopatía
Estas patologías tienen un origen multifactorial, combinando factores degenerativos naturales y circunstancias que aceleran el proceso:
- Envejecimiento: El desgaste natural de las estructuras vertebrales con la edad es la causa principal.
- Factores genéticos: Existe predisposición hereditaria a desarrollar cambios degenerativos prematuros.
- Sobrecarga mecánica: Trabajos que implican levantamiento de pesos, vibraciones o posturas forzadas.
- Traumatismos: Lesiones previas pueden acelerar el proceso degenerativo.
- Obesidad: El exceso de peso aumenta la carga sobre la columna vertebral.
- Tabaquismo: Reduce el aporte vascular a los discos intervertebrales, acelerando su degeneración.
- Alteraciones posturales: Escoliosis, hiperlordosis o cifosis incrementan el estrés mecánico.
Es importante entender que cierto grado de degeneración es parte normal del envejecimiento. Sin embargo, cuando estos cambios son prematuros o más severos de lo esperado para la edad del paciente, suelen existir factores adicionales que aceleran el proceso.
Síntomas y diagnóstico de la espondiloartropatía y discopatía
Los síntomas más frecuentes incluyen:
- Dolor localizado: En la región afectada de la columna (lumbar o cervical principalmente).
- Dolor irradiado: Hacia extremidades si hay compresión de raíces nerviosas.
- Rigidez: Especialmente al despertar o tras periodos de inactividad.
- Limitación del movimiento: Dificultad para realizar ciertos movimientos.
- Crepitación: Sensación de "crujidos" al mover la columna.
- Contractura muscular: Tensión en la musculatura paravertebral como mecanismo protector.
El diagnóstico se basa en:
- Historia clínica detallada: Características del dolor, factores desencadenantes y atenuantes.
- Examen físico: Evaluación de movilidad, fuerza, reflejos y maniobras específicas.
- Radiografías: Muestran disminución de espacios articulares, osteofitos y esclerosis subcondral.
- Resonancia magnética (RM): Permite visualizar detalladamente discos, médula y raíces nerviosas.
- Tomografía computarizada (TC): Útil para valorar estructuras óseas y calcificaciones.
- Electromiografía: En casos con síntomas neurológicos para confirmar compromiso radicular.
Es importante destacar que muchas personas pueden presentar cambios degenerativos en pruebas de imagen sin experimentar síntomas significativos, por lo que la correlación clínico-radiológica es fundamental.
Resolver dudas sobre diagnóstico

Opciones de tratamiento para la espondiloartropatía y discopatía
El abordaje terapéutico es generalmente escalonado, comenzando con medidas conservadoras y avanzando a procedimientos más invasivos solo cuando sea necesario:
Tratamiento conservador
- Farmacoterapia: Antiinflamatorios, analgésicos, relajantes musculares y en casos seleccionados, antidepresivos o antiepilépticos para dolor neuropático.
- Fisioterapia: Programas específicos para fortalecer la musculatura paravertebral y abdominal, mejorar postura y flexibilidad.
- Modificación de actividades: Adaptación de hábitos diarios para reducir la sobrecarga vertebral.
- Infiltraciones: Facetarias, epidurales o de puntos trigger para alivio temporal del dolor.
- Rizólisis por radiofrecuencia: Denervación de articulaciones facetarias mediante calor controlado.
Tratamiento quirúrgico
Indicado cuando el tratamiento conservador fracasa o hay compromiso neurológico significativo:
- Discectomía: Extirpación parcial del disco herniado que comprime estructuras nerviosas.
- Artrodesis o fusión vertebral: Fijación de segmentos inestables mediante implantes metálicos y autoinjerto o aloinjerto óseo.
- Artroplastia o prótesis discal: Reemplazo del disco degenerado por un implante artificial que preserva la movilidad.
- Técnicas mínimamente invasivas: Procedimientos como ALIF, TLIF o XLIF para fusión vertebral con menor daño tisular.
Pronóstico y evolución de la espondiloartropatía y discopatía
Datos relevantes sobre la evolución de estas patologías degenerativas
80%
Tratamiento conservador
Aproximadamente el 80% de los pacientes responden favorablemente al tratamiento conservador adecuado.
65-80%
Éxito quirúrgico
La cirugía en casos bien seleccionados ofrece alivio significativo del dolor y mejora funcional.
95%
Prevalencia
Hasta un 95% de adultos mayores de 65 años presenta cambios degenerativos en la columna vertebral.
3-6
Meses
Tiempo promedio para recuperar funcionalidad máxima tras procedimientos quirúrgicos como la fusión vertebral.
Recomendaciones para pacientes
Medidas para mejorar la calidad de vida con espondiloartropatía y discopatía
Mantener actividad física controlada
La actividad moderada como natación, caminatas o yoga terapéutico mejora la movilidad, fortalece la musculatura estabilizadora y previene la rigidez sin sobrecargar las articulaciones vertebrales.
Control del peso corporal
Mantener un peso saludable reduce significativamente la carga mecánica sobre las articulaciones y discos intervertebrales, disminuyendo el dolor y ralentizando la progresión de la degeneración.
Ergonomía y cuidado postural
Utilizar mobiliario ergonómico, adoptar posturas correctas al sentarse, dormir en colchón de firmeza media y usar almohada adecuada previene sobrecargas y alivia los síntomas dolorosos.
Preguntas frecuentes sobre espondiloartropatía y discopatía
Resolvemos las dudas más comunes de nuestros pacientes sobre estas patologías
Los cambios estructurales degenerativos en articulaciones y discos intervertebrales no son completamente reversibles, ya que implican pérdida de cartílago y alteraciones en la estructura ósea. Sin embargo, los síntomas asociados pueden mejorar significativamente con tratamiento adecuado. El objetivo terapéutico no es revertir los cambios anatómicos, sino reducir el dolor, mejorar la función y prevenir la progresión mediante cambios en el estilo de vida, fisioterapia y, cuando sea necesario, intervenciones médicas o quirúrgicas.
No solo es posible hacer ejercicio, sino que está recomendado como parte fundamental del tratamiento. Lo importante es elegir actividades de bajo impacto como natación, ciclismo estático, caminatas, yoga terapéutico o pilates adaptado. Estos ejercicios fortalecen la musculatura paravertebral y abdominal, mejoran la estabilidad de la columna y aumentan el aporte sanguíneo a las estructuras afectadas. Sin embargo, deben evitarse movimientos bruscos, cargas excesivas y deportes de alto impacto. Es fundamental recibir orientación profesional para adaptar la actividad física a su condición específica.
La cirugía se considera cuando se cumplen los siguientes criterios: 1) Fracaso del tratamiento conservador bien realizado durante al menos 6 meses, 2) Dolor persistente que limita significativamente la calidad de vida, 3) Déficits neurológicos progresivos como debilidad muscular o alteraciones esfinterianas, 4) Inestabilidad vertebral documentada, o 5) Deformidad progresiva de la columna. Cada caso debe evaluarse individualmente, considerando la correlación entre los síntomas y los hallazgos radiológicos, así como el estado general del paciente, sus comorbilidades y expectativas. Las técnicas quirúrgicas han evolucionado significativamente, ofreciendo opciones menos invasivas en muchos casos.
Las infiltraciones pueden ser efectivas como parte del tratamiento multimodal, pero su efectividad varía según el caso y la técnica utilizada. Las infiltraciones facetarias con corticoides y anestésicos locales pueden proporcionar alivio temporal en la espondiloartropatía, especialmente cuando el dolor proviene principalmente de estas articulaciones. Las infiltraciones epidurales son más útiles cuando hay componente inflamatorio que afecta las raíces nerviosas. En general, ofrecen una ventana de alivio que puede durar entre semanas y varios meses, permitiendo avanzar en la rehabilitación física. Sin embargo, no son una solución permanente y su uso repetido debe evaluarse cuidadosamente debido a posibles efectos adversos con la acumulación de corticoides.
Sí, existe un componente genético significativo en la predisposición a desarrollar cambios degenerativos prematuros en la columna vertebral. Estudios en gemelos y familias han demostrado que hasta un 60-80% de la variabilidad en la degeneración discal puede atribuirse a factores genéticos. Se han identificado varios polimorfismos genéticos relacionados con proteínas del colágeno, matriz extracelular y mediadores inflamatorios que influyen en la resistencia y capacidad regenerativa de los tejidos vertebrales. Esto explicaría por qué algunas personas desarrollan cambios degenerativos severos a edad temprana sin factores de riesgo evidentes, mientras otras con exposición a factores mecánicos adversos mantienen mejor estado de sus estructuras vertebrales.
Referencias bibliográficas
Fundamentos científicos que respaldan la información presentada
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- North American Spine Society: Clinical Guidelines for Degenerative Lumbar Disease. 2022.
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- Revista Neurocirugía: Evidencia científica en el tratamiento quirúrgico de la patología degenerativa lumbar. 2021.
- NHS: Back pain. 2023.

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El Dr. Kevin Armas es un neurocirujano con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de patologías degenerativas de la columna vertebral en Las Palmas de Gran Canaria. Su enfoque personalizado combina tratamientos conservadores y técnicas quirúrgicas avanzadas cuando es necesario, buscando siempre la mejor calidad de vida para sus pacientes.