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- Hernia Discal Cervical -

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La hernia discal cervical es una patología que ocurre cuando el núcleo pulposo de un disco intervertebral en la región del cuello protruye o se rompe, pudiendo comprimir la médula espinal o las raíces nerviosas cercanas. Esta condición, que afecta aproximadamente a un 5-10% de la población en algún momento de su vida, puede causar dolor intenso, entumecimiento, debilidad y otros síntomas neurológicos que comprometen la calidad de vida. Esta página ofrece información educativa sobre las hernias discales cervicales, su diagnóstico y las opciones de tratamiento disponibles en Las Palmas de Gran Canaria.

 ¿Qué es una hernia discal cervical?


 Una hernia discal cervical se produce cuando parte del material gelatinoso del núcleo pulposo de un disco intervertebral cervical se desplaza hacia afuera a través de una ruptura en el anillo fibroso que lo contiene. Este material herniado puede ejercer presión sobre las estructuras neurológicas cercanas, como la médula espinal o las raíces nerviosas que emergen de ella.


Las hernias discales cervicales pueden clasificarse en diferentes tipos según su morfología y localización:

  • Protrusión discal: El núcleo pulposo abomba el anillo fibroso sin romperlo completamente.
  • Extrusión discal: El material discal atraviesa completamente el anillo fibroso pero mantiene conexión con el disco.
  • Secuestro discal: El fragmento herniado se separa completamente del disco y migra en el canal vertebral.


Las hernias más frecuentes ocurren entre las vértebras C5-C6 y C6-C7, aunque pueden afectar a cualquier nivel de la columna cervical.

Más información sobre patologías de columna
Imagen de hernia discal cervical
Ilustración de causas de hernia discal cervical

Causas y factores de riesgo de la hernia discal cervical

La hernia discal cervical es producto de una combinación de factores degenerativos y desencadenantes específicos:


  • Degeneración discal relacionada con la edad: Con el envejecimiento, los discos intervertebrales pierden contenido de agua, elasticidad y resistencia.
  • Traumatismos: Lesiones por accidentes de tráfico (latigazo cervical), caídas o impactos directos.
  • Movimientos repetitivos: Flexión y extensión reiteradas del cuello, especialmente con cargas.
  • Posturas inadecuadas: Posiciones prolongadas con el cuello en flexión (uso de dispositivos móviles, trabajo en ordenador).
  • Predisposición genética: Factores hereditarios que afectan la estructura y resistencia del tejido discal.
  • Tabaquismo: Reduce el aporte sanguíneo y la nutrición de los discos, acelerando su degeneración.
  • Obesidad: Incrementa la carga sobre la columna vertebral.


El conocimiento de estos factores es fundamental para establecer medidas preventivas y desarrollar estrategias de tratamiento personalizadas.

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Síntomas y diagnóstico de la hernia discal cervical


 Los síntomas característicos pueden incluir:

  • Dolor cervical: Localizado en el cuello, que puede irradiarse hacia los hombros, brazos y manos.
  • Radiculopatía: Dolor que sigue el trayecto de una raíz nerviosa, con sensación de hormigueo, entumecimiento o debilidad.
  • Parestesias: Sensaciones anormales como hormigueo o sensación de "alfileres y agujas".
  • Debilidad muscular: Disminución de la fuerza en los músculos inervados por las raíces nerviosas afectadas.
  • Alteraciones en los reflejos: Disminución o ausencia de reflejos en las extremidades superiores.
  • Mielopatía: Si hay compresión de la médula espinal, pueden aparecer problemas de equilibrio, alteraciones en la marcha o disfunción de esfínteres.


 El diagnóstico se basa en:

  • Evaluación clínica: Historia detallada de los síntomas y exploración neurológica completa.
  • Resonancia magnética (RM): Método de elección que permite visualizar con gran detalle los discos, raíces nerviosas y médula espinal.
  • Tomografía computarizada (TC): Especialmente útil para evaluar cambios óseos y calcificaciones.
  • Electromiografía y estudios de conducción nerviosa: Para confirmar y localizar la afectación de raíces nerviosas específicas.
  • Radiografías simples: Pueden mostrar cambios degenerativos, pero no visualizan directamente las hernias.


Un diagnóstico preciso es fundamental para establecer el tratamiento más adecuado y el pronóstico.

Resolver dudas sobre diagnóstico
Diagnóstico de hernia discal cervical

Opciones de tratamiento para hernia discal cervical

El tratamiento de la hernia discal cervical debe ser individualizado y escalonado, comenzando generalmente con abordajes conservadores antes de considerar opciones quirúrgicas. Las principales opciones incluyen:

Tratamiento conservador

Indicado como primera línea en la mayoría de los casos sin déficits neurológicos graves:

  • Reposo relativo: Limitación temporal de actividades que agraven los síntomas.
  • Medicación: Antiinflamatorios, analgésicos, relajantes musculares y en ocasiones corticoides.
  • Fisioterapia: Ejercicios específicos para fortalecer la musculatura cervical, mejorar la postura y aumentar la estabilidad.
  • Terapias físicas: Aplicación de calor/frío, tracción cervical, ultrasonido o estimulación eléctrica transcutánea (TENS).
  • Infiltraciones epidurales: Inyección de corticoides y anestésicos locales para reducir la inflamación y el dolor.

Tratamiento quirúrgico

El Dr. Kevin Armas considera la cirugía en casos con déficits neurológicos progresivos, dolor incapacitante que no responde al tratamiento conservador, o signos de mielopatía. Las técnicas principales incluyen:

  • Discectomía cervical anterior: Extracción del disco herniado a través de un abordaje anterior.
  • Fusión cervical: Adición de injertos óseos o implantes para estabilizar las vértebras tras la discectomía.
  • Artroplastia con disco artificial: Reemplazo del disco dañado por una prótesis que preserva el movimiento.
  • Foraminotomía posterior: Ampliación del foramen neural para descomprimir la raíz nerviosa mediante un abordaje posterior.

La elección de la técnica depende de múltiples factores como la localización y tipo de hernia, número de niveles afectados, alineación cervical y condiciones del paciente.

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Pronóstico y recuperación tras el tratamiento

El tiempo y grado de recuperación varían según diversos factores

80-90%
Tratamiento conservador

Entre el 80-90% de los pacientes experimenta mejoría significativa con tratamiento conservador en un periodo de 4-6 semanas, sin necesitar intervención quirúrgica.

90-95%
Éxito quirúrgico

La tasa de éxito de la cirugía para aliviar el dolor radicular está entre el 90-95% en pacientes adecuadamente seleccionados, con mayor variabilidad en la resolución de los déficits neurológicos.

3-6
Meses de recuperación total

La recuperación completa tras una cirugía cervical suele requerir entre 3-6 meses, periodo durante el cual es fundamental seguir un programa de rehabilitación personalizado.

Factores que influyen en el pronóstico

Diversos elementos determinan la evolución y recuperación del paciente

Duración de los síntomas

Cuanto menor sea el tiempo de evolución de los síntomas antes del tratamiento, mejor suele ser el pronóstico. Los déficits neurológicos prolongados tienen menos probabilidad de reversión completa.

Factores del paciente

La edad, estado general de salud, tabaquismo, obesidad y presencia de comorbilidades como diabetes influyen significativamente en la velocidad y grado de recuperación.

Adherencia al tratamiento

El cumplimiento de las recomendaciones médicas, continuidad en la rehabilitación y adopción de cambios en el estilo de vida son determinantes para el éxito a largo plazo.

Preguntas frecuentes sobre hernia discal cervical

Resolvemos las dudas más comunes de nuestros pacientes sobre esta patología

No, la mayoría de las hernias discales cervicales (aproximadamente el 80-90%) responden bien al tratamiento conservador y no requieren cirugía. La intervención quirúrgica se considera principalmente en casos con: 1) déficits neurológicos progresivos o significativos; 2) dolor incapacitante que no responde al tratamiento conservador después de 6-12 semanas; 3) signos de mielopatía (compresión de la médula espinal); o 4) inestabilidad cervical asociada. Cada caso debe evaluarse individualmente, y la decisión sobre la cirugía debe tomarse tras un análisis detallado de los síntomas, hallazgos de neuroimagen y respuesta a tratamientos previos.

La fusión cervical y el disco artificial son dos opciones quirúrgicas para tratar hernias discales cervicales, con importantes diferencias: La fusión cervical une permanentemente dos o más vértebras eliminando el movimiento entre ellas, lo que puede incrementar el estrés en niveles adyacentes a largo plazo, pero ofrece gran estabilidad y es adecuada para múltiples patologías. El disco artificial reemplaza el disco dañado por una prótesis que preserva el movimiento, potencialmente reduciendo el riesgo de degeneración de segmentos adyacentes, pero tiene criterios de selección más estrictos (pacientes más jóvenes, sin inestabilidad significativa ni artrosis facetaria avanzada). La elección entre ambas técnicas depende de factores como edad del paciente, número de niveles afectados, alineación cervical, grado de degeneración y preferencias del cirujano.

La recuperación tras una cirugía de hernia discal cervical tiene varias fases. La hospitalización suele ser de 1-2 días. Durante las primeras 2-4 semanas se recomienda limitar actividades y movimientos cervicales extremos, usando posiblemente un collarín según el procedimiento y criterio médico. Entre las semanas 4-6 comienza generalmente la fisioterapia suave y se retoman progresivamente actividades cotidianas. La reincorporación laboral ocurre típicamente entre las 6-8 semanas para trabajos sedentarios, o 3-6 meses para ocupaciones físicamente demandantes. La recuperación completa, incluyendo la fusión ósea en caso de artrodesis, puede tomar 6-12 meses. Este cronograma es aproximado y varía según el tipo de cirugía (discectomía simple, fusión o disco artificial), la técnica empleada (anterior o posterior) y factores individuales del paciente como edad, estado físico previo y comorbilidades.

Sí, existe la posibilidad de recurrencia o desarrollo de nuevas hernias tras la cirugía. La tasa de reherniación en el mismo nivel tras una discectomía simple (sin fusión) es de aproximadamente 5-10%. En casos de fusión cervical, la hernia no suele reaparecer en el mismo nivel, pero puede desarrollarse en niveles adyacentes debido al aumento de estrés biomecánico, fenómeno conocido como "enfermedad del segmento adyacente" que afecta hasta al 25% de pacientes a los 10 años. Los factores que aumentan este riesgo incluyen predisposición genética, tabaquismo, obesidad, actividades de alto impacto y técnica quirúrgica empleada. La artroplastia con disco artificial podría teóricamente reducir este riesgo al preservar la movilidad segmentaria, aunque la evidencia a largo plazo aún se está consolidando.

Aunque no es posible prevenir completamente la degeneración discal relacionada con la edad, existen medidas que pueden reducir el riesgo de hernia discal cervical: 1) Mantener una buena ergonomía, especialmente al trabajar con ordenadores, colocando monitores a la altura de los ojos; 2) Hacer descansos frecuentes de posturas mantenidas y realizar estiramientos cervicales suaves; 3) Fortalecer la musculatura cervical y de la parte superior de la espalda con ejercicios específicos; 4) Evitar el tabaquismo, que acelera la degeneración discal; 5) Mantener un peso saludable para reducir la carga sobre la columna; 6) Utilizar técnicas adecuadas al levantar objetos pesados; 7) Establecer una buena higiene postural durante el sueño usando almohadas apropiadas; y 8) Controlar el estrés, que puede aumentar la tensión muscular en la región cervical.

Dr. Kevin Armas - Neurocirujano especialista en patología de columna

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El Dr. Kevin Armas es un neurocirujano con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de patologías de columna vertebral en Las Palmas de Gran Canaria. Su enfoque personalizado y el uso de técnicas mínimamente invasivas cuando es posible buscan ofrecer los mejores resultados con la menor agresión quirúrgica.