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- Hernia Discal Lumbar -

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La hernia discal lumbar es una condición en la que parte del disco intervertebral (el núcleo pulposo) se desplaza a través de una ruptura en el anillo fibroso exterior, pudiendo comprimir las raíces nerviosas adyacentes. Esta patología es una causa frecuente de dolor lumbar y ciática, afectando significativamente la calidad de vida. Esta página ofrece información educativa sobre la hernia discal lumbar, sus causas, diagnóstico y opciones de tratamiento disponibles en Las Palmas de Gran Canaria.

¿Qué es la hernia discal lumbar?


La hernia discal lumbar ocurre cuando el núcleo pulposo, la parte gelatinosa del disco intervertebral, protruye a través de una fisura en el anillo fibroso exterior. Este desplazamiento puede ejercer presión sobre las raíces nerviosas cercanas, causando dolor e inflamación.


La estructura de la columna vertebral incluye:

  • Vértebras: Huesos que forman la columna vertebral, numeradas de L1 a L5 en la región lumbar.
  • Discos intervertebrales: Estructuras amortiguadoras entre las vértebras, compuestas por un núcleo gelatinoso (núcleo pulposo) y un anillo exterior resistente (anillo fibroso).
  • Raíces nerviosas: Nervios que salen de la médula espinal a través de aberturas entre las vértebras.


La hernia discal lumbar puede ocurrir en cualquier nivel de la columna lumbar, siendo más frecuentes entre L4-L5 y L5-S1, donde la columna soporta mayor peso y está sometida a mayor estrés mecánico.

Más información sobre hernias discales
Imagen de hernia discal lumbar
Causas de hernia discal lumbar

Causas y factores de riesgo de la hernia discal lumbar

La hernia discal lumbar puede desarrollarse por diversos factores que aumentan la presión sobre los discos intervertebrales:


  • Envejecimiento: Con la edad, los discos pierden contenido de agua, volviéndose menos flexibles y más propensos a romperse.
  • Traumatismos: Lesiones por accidentes o caídas que ejercen presión súbita sobre la columna.
  • Movimientos repetitivos: Levantar objetos pesados, girar o doblar la columna de forma repetitiva.
  • Factores genéticos: Predisposición hereditaria a desarrollar debilidad en los discos.
  • Sobrepeso: El exceso de peso aumenta la carga sobre la columna lumbar.
  • Sedentarismo: La falta de actividad física debilita los músculos que sostienen la columna.
  • Tabaquismo: Reduce el flujo sanguíneo a los discos, acelerando su degeneración.


Es importante señalar que muchas personas pueden tener hernias discales visibles en estudios de imagen sin experimentar síntomas, lo que sugiere que la presencia de una hernia no siempre correlaciona directamente con el dolor.

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Síntomas y diagnóstico de la hernia discal lumbar


Los síntomas más comunes incluyen:

  • Dolor lumbar: Puede ser agudo o sordo, empeorando con el movimiento.
  • Ciática: Dolor que se irradia desde la espalda baja hacia las nalgas y pierna, siguiendo el recorrido del nervio ciático.
  • Parestesias: Sensación de hormigueo o entumecimiento en la pierna o pie.
  • Debilidad muscular: Dificultad para levantar el pie (pie caído) o debilidad en la pierna afectada.
  • Alteración de reflejos: Disminución o ausencia de reflejos en la extremidad afectada.


El diagnóstico se realiza mediante:

  • Historia clínica y examen físico: Evaluación de síntomas, pruebas de estiramiento nervioso (Lasègue) y valoración neurológica.
  • Resonancia magnética (RM): Método de elección para visualizar hernias discales y compresión de raíces nerviosas.
  • Tomografía computarizada (TC): Útil cuando no es posible realizar una RM.
  • Electromiografía (EMG): Evalúa la función de nervios y músculos para confirmar radiculopatía.


Un diagnóstico preciso es fundamental para establecer el plan de tratamiento adecuado, diferenciando la hernia discal de otras patologías que pueden causar síntomas similares.

Resolver dudas sobre diagnóstico
Diagnóstico de hernia discal lumbar
Tratamiento de hernia discal lumbar

Opciones de tratamiento para la hernia discal lumbar

El tratamiento de la hernia discal lumbar sigue generalmente un enfoque escalonado, comenzando con medidas conservadoras y avanzando hacia intervenciones más invasivas solo cuando es necesario:

Tratamiento conservador

  • Reposo relativo: Limitación temporal de actividades que agravan el dolor, evitando el reposo prolongado.
  • Medicación: Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), analgésicos, relajantes musculares y, en casos seleccionados, corticosteroides orales.
  • Fisioterapia: Ejercicios específicos para fortalecer la musculatura paravertebral y abdominal.
  • Infiltraciones epidurales: Inyección de corticosteroides en el espacio epidural para reducir la inflamación.

Tratamiento quirúrgico

Indicado cuando el tratamiento conservador fracasa o ante signos de compromiso neurológico severo:

  • Microdiscectomía: Extirpación del fragmento herniado mediante abordaje mínimamente invasivo.
  • Discectomía endoscópica: Técnica menos invasiva que utiliza un endoscopio para visualizar y extraer el material herniado.
  • Laminectomía: Eliminación de parte de la lámina vertebral para descomprimir el canal espinal.
  • Fusión vertebral: En casos seleccionados con inestabilidad asociada.

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Pronóstico y recuperación de la hernia discal lumbar

La evolución de los pacientes con hernia discal lumbar varía según diversos factores

90%
Tratamiento conservador

Aproximadamente el 90% de los pacientes mejoran con tratamiento conservador en un plazo de 6 semanas a 3 meses.

95%
Éxito quirúrgico

La microdiscectomía tiene una tasa de éxito del 95% para aliviar el dolor radicular en pacientes bien seleccionados.

10-15%
Recurrencia

Entre el 10-15% de los pacientes pueden experimentar una recurrencia de la hernia discal en el mismo nivel o en niveles adyacentes.

4-6
Semanas

Tiempo promedio de recuperación tras una microdiscectomía antes de reincorporarse a actividades cotidianas no extenuantes.

Prevención de la hernia discal lumbar

Medidas para reducir el riesgo de desarrollar o agravar una hernia discal

Fortalecimiento muscular

Ejercicios específicos para fortalecer la musculatura abdominal y paravertebral, creando un "corsé natural" que protege la columna vertebral y reduce la presión sobre los discos intervertebrales.

Control de peso

Mantener un peso saludable reduce la carga mecánica sobre la columna lumbar, disminuyendo el estrés sobre los discos intervertebrales y el riesgo de herniación.

Evitar factores de riesgo

Abandonar el tabaco, adoptar una postura correcta, utilizar técnicas adecuadas para levantar objetos y evitar movimientos bruscos de flexión y rotación de la columna.

Preguntas frecuentes sobre hernia discal lumbar

Resolvemos las dudas más comunes de nuestros pacientes sobre esta patología

Sí, pero con precaución y siguiendo las recomendaciones médicas. Durante la fase aguda, se recomienda reposo relativo y evitar actividades que agraven el dolor. Una vez superada esta fase, ejercicios específicos supervisados por un fisioterapeuta pueden fortalecer la musculatura y prevenir recaídas. Los ejercicios de bajo impacto como natación, caminar o pilates adaptado suelen ser beneficiosos.

No. Aproximadamente el 90% de los pacientes con hernia discal lumbar mejoran con tratamiento conservador (medicación, fisioterapia, infiltraciones) en un plazo de 6 semanas a 3 meses. La cirugía se considera cuando el tratamiento conservador fracasa, hay déficit neurológico progresivo, síndrome de cauda equina o dolor incapacitante que no responde a otras medidas.

La recuperación varía según el tipo de cirugía y las características del paciente. Tras una microdiscectomía, muchos pacientes pueden caminar el mismo día de la intervención y regresar a actividades cotidianas no extenuantes en 4-6 semanas. La recuperación completa, incluyendo la reincorporación a actividades físicas más exigentes, puede llevar de 3 a 6 meses. Es fundamental seguir las indicaciones médicas y el programa de rehabilitación para optimizar los resultados.

Sí. Estudios de imagen seriados han demostrado que entre el 60-70% de las hernias discales lumbares muestran reducción de tamaño o incluso desaparición completa con el tiempo. El material herniado puede ser reabsorbido por el organismo mediante un proceso inflamatorio controlado. Este fenómeno explica por qué muchos pacientes mejoran significativamente con tratamiento conservador, incluso cuando la hernia es de tamaño considerable.

Sí, el dolor irradiado a la pierna (ciática) es un síntoma característico de la hernia discal lumbar. Ocurre cuando el material herniado comprime o irrita una raíz nerviosa. Este dolor suele seguir el trayecto del nervio ciático, desde la región lumbar, a través de la nalga y la parte posterior o lateral de la pierna, pudiendo llegar hasta el pie. Frecuentemente se acompaña de hormigueo, entumecimiento o debilidad en la extremidad afectada.

Dr. Kevin Armas - Neurocirujano especialista en hernia discal lumbar

¿Necesita una valoración especializada para su dolor lumbar?

El Dr. Kevin Armas es un neurocirujano con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de hernias discales lumbares en Las Palmas de Gran Canaria. Su enfoque personalizado combina tratamientos conservadores y técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas cuando es necesario, buscando siempre la mejor calidad de vida para sus pacientes.