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- Hidrocefalia Aguda -

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La hidrocefalia aguda es una condición neurológica grave caracterizada por la acumulación repentina de líquido cefalorraquídeo (LCR) en los ventrículos cerebrales, lo que provoca un aumento de la presión intracraneal. Esta situación requiere atención médica urgente ya que puede causar daño cerebral permanente o incluso la muerte si no se trata rápidamente. Esta página ofrece información educativa sobre la hidrocefalia aguda, sus causas, diagnóstico y opciones de tratamiento disponibles en Las Palmas de Gran Canaria.

 ¿Qué es la hidrocefalia aguda?


 La hidrocefalia aguda es una acumulación rápida y excesiva de líquido cefalorraquídeo (LCR) en los ventrículos cerebrales, que ocurre en un período corto de tiempo. El LCR normalmente circula alrededor del cerebro y la médula espinal, proporcionando amortiguación y nutrientes. Cuando este flujo se obstruye o se produce en exceso, el líquido se acumula, causando dilatación ventricular y aumento de la presión intracraneal.


La hidrocefalia aguda puede clasificarse según su mecanismo:

  • Hidrocefalia obstructiva o no comunicante: Causada por un bloqueo en el sistema ventricular que impide la circulación normal del LCR.
  • Hidrocefalia comunicante: Ocurre cuando hay un problema en la absorción del LCR, a pesar de que la comunicación entre los ventrículos está intacta.
  • Hidrocefalia ex vacuo: Resultado de la atrofia cerebral, donde el espacio dejado por el tejido cerebral perdido se llena con LCR.


A diferencia de la hidrocefalia crónica, la forma aguda se desarrolla rápidamente y representa una emergencia médica que requiere intervención inmediata para prevenir daño cerebral permanente.

Más información sobre hidrocefalia
Imagen de hidrocefalia aguda
Ilustración de causas de hidrocefalia aguda

Causas y factores de riesgo de la hidrocefalia aguda

La hidrocefalia aguda puede ser causada por diversas condiciones que alteran la producción, circulación o absorción del líquido cefalorraquídeo:


  • Hemorragia subaracnoidea o intraventricular: La sangre puede obstruir las vías de circulación del LCR.
  • Tumores cerebrales: Especialmente aquellos ubicados cerca de los ventrículos o el acueducto de Silvio.
  • Infecciones del sistema nervioso central: Meningitis o encefalitis pueden causar inflamación y bloqueo del flujo de LCR.
  • Traumatismo craneoencefálico: Puede provocar hemorragias o edema que obstruyen la circulación del LCR.
  • Malformaciones congénitas: Como la estenosis del acueducto de Silvio o la malformación de Chiari.
  • Complicaciones postquirúrgicas: Tras intervenciones en fosa posterior o resección de tumores ventriculares.


La identificación rápida de la causa subyacente es crucial para establecer el tratamiento más adecuado y prevenir complicaciones neurológicas permanentes.

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Síntomas y diagnóstico de la hidrocefalia aguda


 Los síntomas de la hidrocefalia aguda suelen aparecer rápidamente y pueden incluir:

  • Cefalea intensa y progresiva
  • Náuseas y vómitos, a menudo en proyectil
  • Alteración del nivel de conciencia, desde somnolencia hasta coma
  • Visión borrosa o doble
  • Inestabilidad para caminar
  • Incontinencia urinaria
  • En lactantes: fontanela abombada, aumento rápido del perímetro craneal, irritabilidad
  • Signo de puesta de sol (mirada hacia abajo con la parte blanca del ojo visible por encima del iris)


 El diagnóstico se realiza mediante:

  • Tomografía computarizada (TC) craneal urgente: Muestra dilatación ventricular y permite identificar la causa (hemorragia, tumor, etc.).
  • Resonancia magnética (RM): Proporciona imágenes más detalladas, especialmente útil para evaluar la fosa posterior y detectar obstrucciones sutiles.
  • Punción lumbar: Contraindicada si hay sospecha de hipertensión intracraneal severa, pero puede ser diagnóstica y terapéutica en casos seleccionados.
  • Monitorización de la presión intracraneal: En casos graves para guiar el tratamiento.


La hidrocefalia aguda constituye una emergencia médica que requiere diagnóstico y tratamiento inmediatos para prevenir daño cerebral irreversible o incluso la muerte.

Resolver dudas sobre diagnóstico
Diagnóstico de hidrocefalia aguda
Tratamiento quirúrgico de hidrocefalia aguda

Opciones de tratamiento para hidrocefalia aguda

El tratamiento de la hidrocefalia aguda es urgente y está dirigido a reducir la presión intracraneal y restablecer la circulación normal del líquido cefalorraquídeo. Las opciones terapéuticas incluyen:

Medidas iniciales de estabilización

En casos de hipertensión intracraneal severa, pueden implementarse medidas temporales mientras se prepara la intervención definitiva:

  • Elevación de la cabecera de la cama a 30°
  • Administración de manitol o soluciones hipertónicas
  • Hiperventilación controlada en casos seleccionados
  • Sedación y control de convulsiones si están presentes

Drenaje ventricular externo (DVE)

Procedimiento de emergencia que consiste en la colocación de un catéter en uno de los ventrículos laterales para drenar el exceso de LCR. Es temporal pero inmediatamente efectivo para reducir la presión intracraneal.

Derivación ventriculoperitoneal (DVP)

Solución permanente que implica la colocación de un sistema de derivación que redirige el LCR desde los ventrículos cerebrales hasta la cavidad peritoneal, donde es absorbido. El Dr. Kevin Armas utiliza sistemas de derivación programables que permiten ajustar la presión de drenaje según las necesidades del paciente.

Ventriculostomía endoscópica del tercer ventrículo (VET)

En casos seleccionados de hidrocefalia obstructiva, esta técnica mínimamente invasiva crea una comunicación entre el tercer ventrículo y la cisterna interpeduncular, permitiendo el flujo de LCR sin necesidad de implantes permanentes.

Tratamiento de la causa subyacente

Fundamental para el manejo definitivo: resección de tumores, evacuación de hematomas, tratamiento de infecciones, etc.

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Pronóstico y complicaciones de la hidrocefalia aguda

El desenlace clínico depende en gran medida de la rapidez del diagnóstico y tratamiento

40%
Complicaciones

Aproximadamente el 40% de los pacientes con hidrocefalia aguda puede desarrollar complicaciones como infecciones, obstrucción del sistema de derivación o sobredrenaje.

6-12
Horas críticas

Las primeras 6-12 horas son cruciales para el tratamiento. La intervención dentro de este período mejora significativamente el pronóstico y reduce el riesgo de secuelas neurológicas permanentes.

70%
Recuperación favorable

Con tratamiento oportuno y adecuado, aproximadamente el 70% de los pacientes puede lograr una recuperación favorable, aunque algunos pueden requerir sistemas de derivación permanentes.

Posibles complicaciones

La hidrocefalia aguda puede asociarse a diversas complicaciones si no se trata adecuadamente

Daño cerebral permanente

La presión intracraneal elevada mantenida puede causar isquemia cerebral, herniación y daño neurológico irreversible, especialmente en áreas sensibles como el tronco cerebral.

Complicaciones del sistema de derivación

Los sistemas de derivación pueden presentar problemas como infección, obstrucción, desconexión, sobredrenaje o malposición, requiriendo revisiones quirúrgicas adicionales.

Secuelas neurológicas

Incluso con tratamiento, algunos pacientes pueden desarrollar déficits cognitivos, alteraciones visuales, problemas de equilibrio, epilepsia o trastornos del desarrollo en niños.

Preguntas frecuentes sobre hidrocefalia aguda

Resolvemos las dudas más comunes de nuestros pacientes sobre esta patología

La principal diferencia radica en la velocidad de instauración y la presentación clínica. La hidrocefalia aguda se desarrolla rápidamente (horas o días), causando síntomas graves como cefalea intensa, vómitos, alteración de conciencia y representa una emergencia médica. La hidrocefalia crónica evoluciona lentamente (semanas o meses), con síntomas más insidiosos como alteraciones de la marcha, incontinencia urinaria y deterioro cognitivo progresivo. El tratamiento urgente es crucial en la forma aguda, mientras que en la crónica puede planificarse con más tiempo.

En la mayoría de los casos, la hidrocefalia aguda requiere intervención quirúrgica urgente para reducir la presión intracraneal. Sin embargo, en situaciones muy específicas y limitadas, como algunas hidrocefalias post-hemorrágicas leves o post-infecciosas, puede intentarse un manejo conservador con medicamentos que reducen la producción de LCR (como acetazolamida) y seguimiento estrecho. Estas situaciones son excepcionales y siempre bajo estricta vigilancia médica. La decisión de no operar conlleva riesgos significativos y debe ser tomada por especialistas experimentados, evaluando cuidadosamente cada caso.

Si observa síntomas como cefalea intensa y progresiva, vómitos repetidos, alteración del nivel de conciencia, visión borrosa o inestabilidad para caminar de aparición súbita, debe actuar con urgencia: 1) Llame inmediatamente al 112 o acuda al servicio de urgencias más cercano; 2) Mencione específicamente los síntomas y cualquier factor de riesgo relevante (traumatismo craneal reciente, cirugía previa, etc.); 3) No administre medicamentos sin indicación médica; 4) Mantenga a la persona con la cabeza elevada a 30° si es posible; 5) No realice punción lumbar ante la sospecha de hidrocefalia aguda, ya que podría provocar herniación cerebral.

El tiempo de recuperación varía considerablemente según la causa subyacente, la rapidez del diagnóstico y tratamiento, la edad y el estado previo del paciente. Tras la colocación de un sistema de derivación, la mejoría de los síntomas de presión intracraneal suele ser rápida (horas o días). Sin embargo, la recuperación completa puede llevar semanas o meses, especialmente si han ocurrido daños neurológicos. Algunos pacientes pueden requerir rehabilitación física, ocupacional o cognitiva. El seguimiento a largo plazo es esencial, ya que pueden surgir complicaciones del sistema de derivación que requieran revisiones quirúrgicas adicionales.

Los pacientes con derivación ventriculoperitoneal (DVP) deben: 1) Conocer los signos de alarma de malfuncionamiento (cefalea, vómitos, alteración de conciencia) y acudir urgentemente al hospital si aparecen; 2) Realizar revisiones periódicas con su neurocirujano; 3) Llevar siempre consigo información sobre su derivación (tipo, presión programada); 4) Evitar golpes en la zona de la válvula; 5) Consultar antes de someterse a resonancias magnéticas, ya que algunas válvulas pueden reprogramarse con campos magnéticos; 6) Mantener una adecuada hidratación; 7) Seguir las recomendaciones específicas sobre actividad física y deportes proporcionadas por su médico.

Dr. Kevin Armas - Neurocirujano especialista en hidrocefalia

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El Dr. Kevin Armas es un neurocirujano con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de hidrocefalia aguda en Las Palmas de Gran Canaria. Su enfoque multidisciplinar y el uso de técnicas avanzadas permiten ofrecer una atención integral y personalizada a cada paciente.