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- Aneurismas Cerebrales -

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Los aneurismas cerebrales son dilataciones anormales en las paredes de las arterias cerebrales que actúan como "puntos débiles" en los vasos sanguíneos. Pueden variar en tamaño desde pocos milímetros hasta varios centímetros y representan un riesgo significativo si se rompen, causando una hemorragia subaracnoidea. Esta página ofrece información educativa sobre los aneurismas cerebrales, sus causas, diagnóstico y opciones de tratamiento disponibles en Las Palmas de Gran Canaria.

 ¿Qué son los aneurismas cerebrales?


 Un aneurisma cerebral es una protuberancia o dilatación anormal en una arteria cerebral, similar a un globo o saco. Esta debilidad en la pared arterial puede crecer con el tiempo y, en algunos casos, romperse, provocando una hemorragia cerebral potencialmente mortal.


Existen diferentes tipos de aneurismas cerebrales:

  • Aneurismas saculares o "berry": Los más comunes (80-90%), tienen forma de bolsa y suelen formarse en bifurcaciones arteriales.
  • Aneurismas fusiformes: Provocan dilatación de toda la circunferencia arterial, sin cuello definido.
  • Aneurismas disecantes: Ocurren cuando hay un desgarro en la capa interna de la arteria.
  • Aneurismas gigantes: Aquellos que superan los 25 mm de diámetro, con mayor riesgo de ruptura.


La mayoría de los aneurismas se ubican en el Polígono de Willis, una red arterial en la base del cerebro, especialmente en la arteria comunicante anterior, la arteria comunicante posterior y la bifurcación de la arteria cerebral media.

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Imagen de aneurisma cerebral
Ilustración de factores de riesgo de aneurismas

Causas y factores de riesgo de los aneurismas cerebrales

Los aneurismas cerebrales pueden formarse por múltiples factores, que debilitan la pared arterial y favorecen su dilatación:


  • Factores genéticos: Trastornos hereditarios como la poliquistosis renal, síndrome de Ehlers-Danlos o síndrome de Marfan.
  • Hipertensión arterial: El principal factor de riesgo modificable, que aumenta la presión sobre las paredes arteriales.
  • Tabaquismo: Incrementa hasta 3 veces el riesgo de desarrollar aneurismas.
  • Edad avanzada: Mayor prevalencia en adultos entre 35-60 años.
  • Consumo excesivo de alcohol: Puede debilitar las paredes arteriales y aumentar la presión sanguínea.
  • Uso de drogas: Especialmente cocaína y anfetaminas.
  • Sexo: Mayor incidencia en mujeres (proporción 3:2).


Es importante destacar que aproximadamente el 20% de los pacientes tienen múltiples aneurismas, lo que sugiere una predisposición subyacente a la debilidad arterial.

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Síntomas y diagnóstico de los aneurismas cerebrales


 Los aneurismas cerebrales pueden presentarse de tres formas principales:

  • Aneurismas no rotos asintomáticos: La mayoría no produce síntomas y se descubre accidentalmente en pruebas por otros motivos.
  • Aneurismas no rotos sintomáticos: Pueden producir efecto masa, causando dolores de cabeza, visión doble, déficits visuales o parálisis facial.
  • Aneurismas rotos: Provocan hemorragia subaracnoidea con síntomas como "el peor dolor de cabeza de la vida", rigidez de nuca, náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz, pérdida de conciencia o convulsiones.


 El diagnóstico se realiza mediante:

  • Tomografía computarizada (TC): Primera línea para detectar hemorragia subaracnoidea.
  • Angiografía cerebral: El gold standard para visualizar aneurismas, su morfología y relación con estructuras adyacentes.
  • Angio-RM: Método no invasivo, ideal para cribado en pacientes de riesgo.
  • Punción lumbar: Si la TC es negativa pero hay fuerte sospecha de hemorragia subaracnoidea.


El diagnóstico precoz es crucial, ya que hasta un 40% de los pacientes con rotura aneurismática fallece y cerca del 66% de los supervivientes queda con déficits neurológicos permanentes.

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Diagnóstico de aneurismas cerebrales
Tratamiento quirúrgico de aneurismas cerebrales

Opciones de tratamiento para aneurismas cerebrales

El enfoque terapéutico de los aneurismas cerebrales debe ser personalizado según características del aneurisma, estado clínico del paciente y factores de riesgo individuales. Las principales opciones incluyen:

Observación

Para aneurismas pequeños (menos de 7 mm), asintomáticos, en pacientes sin factores de riesgo significativos o con contraindicaciones para intervención. Requiere seguimiento periódico con neuroimagen.

Clipaje microquirúrgico

Técnica tradicional que consiste en colocar un clip metálico en el cuello del aneurisma mediante craneotomía, aislándolo de la circulación. El Dr. Kevin Armas emplea técnicas microquirúrgicas avanzadas y monitorización neurofisiológica para maximizar la seguridad y eficacia del procedimiento.

Embolización endovascular

Procedimiento mínimamente invasivo que introduce microespirales (coils) en el saco aneurismático a través de un catéter, provocando la trombosis del aneurisma. Puede complementarse con stents o diversores de flujo en casos complejos.

Tratamiento de complicaciones

En aneurismas rotos, también se tratan complicaciones como vasoespasmo, hidrocefalia o convulsiones. La decisión sobre el momento y tipo de intervención es crítica para el pronóstico.

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Pronóstico y complicaciones de los aneurismas cerebrales

El desenlace clínico depende en gran medida de si el aneurisma se ha roto y la rapidez de la intervención

50%
Mortalidad inicial

La hemorragia subaracnoidea por rotura aneurismática tiene una mortalidad inicial aproximada del 50%. Un 10-15% fallecen antes de llegar al hospital.

30%
Complicaciones graves

De quienes sobreviven, aproximadamente un tercio desarrolla complicaciones graves como vasoespasmo, hidrocefalia o resangrado, que pueden empeorar el pronóstico.

66%
Secuelas permanentes

Dos tercios de los supervivientes de una rotura aneurismática presentan algún tipo de déficit neurológico permanente, desde leve hasta severo.

Factores que influyen en el pronóstico

La evolución clínica de los pacientes viene determinada por diversos elementos

Rapidez de atención

El tiempo transcurrido hasta recibir atención médica es crucial. La intervención en las primeras 24-48 horas tras la rotura mejora significativamente el pronóstico.

Estado clínico inicial

La escala Hunt-Hess o la escala WFNS al ingreso son potentes predictores del resultado. Pacientes en grados bajos (I-III) tienen mejor pronóstico que aquellos en grados IV-V.

Manejo integral

El abordaje multidisciplinar en unidades especializadas, con monitorización intensiva y tratamiento precoz de complicaciones, mejora significativamente las tasas de supervivencia y recuperación funcional.

Preguntas frecuentes sobre aneurismas cerebrales

Resolvemos las dudas más comunes de nuestros pacientes sobre esta patología

Los aneurismas cerebrales se forman por la debilitación de la pared arterial, generalmente en puntos de bifurcación donde la presión del flujo sanguíneo es mayor. Factores como hipertensión, tabaquismo, predisposición genética o anomalías congénitas pueden contribuir a este debilitamiento. Con el tiempo, la presión sanguínea constante contra esta zona debilitada provoca la dilatación, formando el aneurisma.

Existe un componente hereditario en aproximadamente el 10-20% de los casos. Si dos o más familiares de primer grado han tenido aneurismas cerebrales, el riesgo aumenta significativamente. Ciertas enfermedades genéticas como la poliquistosis renal, el síndrome de Ehlers-Danlos tipo IV o el síndrome de Marfan también incrementan el riesgo. En estos casos, puede recomendarse un cribado con angiografía por resonancia magnética.

No todos los aneurismas requieren intervención inmediata. La decisión de tratar se basa en múltiples factores como tamaño (aneurismas mayores de 7 mm tienen mayor riesgo de ruptura), localización, morfología, edad y estado de salud del paciente, historia familiar y síntomas. Aneurismas pequeños, asintomáticos y con características favorables pueden seguirse mediante controles periódicos con neuroimagen. Cada caso debe evaluarse individualmente por un equipo especializado.

Si experimenta un dolor de cabeza repentino e intenso ("el peor de su vida"), rigidez en el cuello, náuseas, vómitos, visión borrosa o doble, sensibilidad a la luz, convulsiones o pérdida de conciencia, debe acudir inmediatamente a urgencias, ya que podrían ser síntomas de un aneurisma roto. La atención médica inmediata es crucial, pues cada minuto cuenta para reducir el riesgo de complicaciones graves o muerte.

Si bien no se pueden prevenir completamente, es posible reducir el riesgo controlando factores modificables como: mantener la presión arterial en niveles normales, evitar el tabaquismo, limitar el consumo de alcohol, seguir una dieta saludable rica en frutas, verduras y baja en grasas, hacer ejercicio regularmente, y evitar el consumo de drogas estimulantes. Para personas con antecedentes familiares, puede ser recomendable un cribado mediante pruebas de neuroimagen.

Dr. Kevin Armas - Neurocirujano especialista en aneurismas cerebrales

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El Dr. Kevin Armas es un neurocirujano con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de aneurismas cerebrales en Las Palmas de Gran Canaria. Su enfoque multidisciplinar y técnicas avanzadas buscan ofrecer la mejor calidad de vida a sus pacientes.