Ir al contenido

- Malformaciones Arteriovenosas -

 Diagnóstico y tratamiento especializado

Solicitar valoración neurológica Consultar dudas específicas

Las malformaciones arteriovenosas cerebrales (MAVs) son anomalías vasculares congénitas caracterizadas por conexiones anómalas entre arterias y venas sin la presencia del lecho capilar normal. Representan aproximadamente el 15% de todas las malformaciones vasculares intracraneales y constituyen un importante factor de riesgo para hemorragia cerebral, especialmente en adultos jóvenes. Esta página ofrece información educativa sobre las MAVs, sus causas, diagnóstico y opciones de tratamiento disponibles en Las Palmas de Gran Canaria.

 ¿Qué son las malformaciones arteriovenosas?


 Una malformación arteriovenosa cerebral (MAV) es un entramado anormal de vasos sanguíneos donde las arterias se conectan directamente con las venas sin la red capilar intermedia. Esta estructura anómala crea un "cortocircuito" vascular (shunt) que aumenta el flujo sanguíneo y la presión en estos vasos, incrementando el riesgo de ruptura y hemorragia cerebral.


Las MAVs pueden clasificarse según diversos sistemas, siendo los más utilizados:

  • Clasificación de Spetzler-Martin: Evalúa el tamaño, patrón de drenaje venoso y localización en áreas elocuentes (grados I-V).
  • Clasificación de Lawton: Complementa la anterior añadiendo características como edad, hemorragia previa y compacidad de la MAV.
  • Clasificación por tamaño: Pequeñas (<3 cm), medianas (3-6 cm) y grandes (>6 cm).


Aproximadamente un 90% de las MAVs son supratentoriales (ubicadas en los hemisferios cerebrales), mientras que el 10% restante se encuentra en cerebelo y tronco cerebral. Su localización y características anatómicas son determinantes para decidir el abordaje terapéutico más adecuado.

Más información sobre malformaciones vasculares
Imagen de malformación arteriovenosa cerebral
Ilustración de factores de riesgo de MAVs

Causas y factores de riesgo de las malformaciones arteriovenosas

Las MAVs son principalmente consideradas anomalías del desarrollo vascular durante la vida embrionaria, aunque su etiología exacta no está completamente esclarecida:


  • Origen congénito: La mayoría se forman durante el desarrollo embrionario (semanas 4-8 de gestación).
  • Factores genéticos: Asociación con síndromes como Rendu-Osler-Weber (telangiectasia hemorrágica hereditaria), síndrome de Wyburn-Mason y enfermedad de Sturge-Weber.
  • Historia familiar: Un pequeño porcentaje (aproximadamente 5%) presenta antecedentes familiares.
  • Mutaciones genéticas: Se han identificado alteraciones en genes como ENG, ACVRL1 y SMAD4.


Es importante destacar que, a diferencia de otras patologías vasculares, factores de riesgo como hipertensión, tabaquismo o consumo de alcohol no parecen influir en la formación de MAVs, aunque pueden aumentar el riesgo de ruptura en las ya existentes.

Solicitar valoración con Dr. Kevin Armas

Síntomas y diagnóstico de las malformaciones arteriovenosas


 Las MAVs pueden manifestarse de diversas formas:

  • Hemorragia intracraneal: Principal forma de presentación (50-60% de los casos), con cefalea súbita e intensa, alteración de conciencia, déficits neurológicos focales o vómitos.
  • Crisis epilépticas: Segunda manifestación más común (20-30%), debido al efecto irritativo sobre el tejido cerebral.
  • Cefalea crónica: A menudo de tipo migrañoso, presente en un 10-15% de los pacientes.
  • Déficit neurológico progresivo: Por "fenómeno de robo vascular" o compresión directa de estructuras cerebrales.
  • Hallazgo incidental: Aproximadamente un 15% se descubre en estudios de neuroimagen realizados por otros motivos.


 El diagnóstico se realiza mediante:

  • Tomografía computarizada (TC): De elección ante sospecha de hemorragia, aunque limitada para visualizar la MAV.
  • Resonancia magnética (RM): Superior para identificar la lesión, su extensión y relación con estructuras críticas.
  • Angiografía cerebral: Gold standard diagnóstico, permite evaluar angioarquitectura, tamaño, arterias nutricias y drenaje venoso.
  • Angio-TC y Angio-RM: Técnicas complementarias no invasivas útiles para seguimiento.


Un diagnóstico preciso y detallado es fundamental para planificar el tratamiento más adecuado, evaluar riesgos y establecer el pronóstico.

Resolver dudas sobre diagnóstico
Diagnóstico de malformaciones arteriovenosas cerebrales
Tratamiento de malformaciones arteriovenosas cerebrales

Opciones de tratamiento para malformaciones arteriovenosas

El manejo terapéutico de las MAVs es complejo y debe ser individualizado, considerando múltiples factores como edad, estado clínico, características anatómicas y riesgo de sangrado. Las principales modalidades de tratamiento incluyen:

Resección microquirúrgica

Es la técnica que ofrece mayor tasa de curación inmediata. El Dr. Kevin Armas emplea técnicas microquirúrgicas avanzadas con monitorización neurofisiológica intraoperatoria y neuronavegación para maximizar la seguridad del procedimiento. Ideal para MAVs superficiales, accesibles y de tamaño pequeño-mediano (grados I-III de Spetzler-Martin).

Embolización endovascular

Procedimiento mínimamente invasivo que consiste en la introducción de agentes embolizantes (colas, Onyx, coils) a través de microcatéteres para ocluir la MAV. Puede utilizarse como tratamiento preparatorio antes de la cirugía, como parte de un abordaje combinado, o en casos selectos como tratamiento definitivo.

Radiocirugía estereotáctica

Administra radiación focalizada de alta precisión que produce una obliteración progresiva de la MAV en 2-4 años. Especialmente indicada para lesiones pequeñas (<3 cm), profundas o ubicadas en áreas elocuentes, con tasas de obliteración del 80-85% en MAVs de volumen adecuado.

Tratamiento conservador

En casos seleccionados, especialmente MAVs grandes (grados IV-V) asintomáticas en pacientes mayores, puede optarse por manejo expectante con control de factores de riesgo vascular y seguimiento periódico con neuroimagen.

Solicitar consulta especializada

Riesgo de sangrado y complicaciones

Factores que determinan el pronóstico y evolución de las malformaciones arteriovenosas

2-4%
Riesgo anual

La tasa de hemorragia en MAVs no rotas es del 2-4% anual, acumulativo a lo largo de la vida. Este riesgo aumenta significativamente en MAVs que ya han sangrado previamente.

10-15%
Mortalidad por ruptura

Cada episodio hemorrágico conlleva una mortalidad del 10-15% y un riesgo de morbilidad permanente del 30-50%, justificando el tratamiento proactivo en casos seleccionados.

6%
Recurrencia tras resección

La tasa de recurrencia tras resección microquirúrgica completa es aproximadamente del 6% a los 5 años, siendo mayor en pacientes pediátricos que en adultos.

Factores de riesgo para sangrado

Elementos que aumentan la probabilidad de hemorragia en MAVs cerebrales

Hemorragia previa

El principal predictor de sangrado futuro es haber sufrido una hemorragia previa, aumentando el riesgo hasta un 15-30% durante el primer año tras el evento inicial.

Características anatómicas

MAVs con aneurismas intranidales o de flujo, drenaje venoso profundo exclusivo, o ubicadas en fosa posterior o estructuras profundas presentan mayor riesgo de sangrado.

Factores del paciente

El embarazo, especialmente durante el tercer trimestre y el periodo periparto, puede aumentar el riesgo de ruptura debido a cambios hemodinámicos y hormonales.

Preguntas frecuentes sobre malformaciones arteriovenosas

Resolvemos las dudas más comunes de nuestros pacientes sobre esta patología

La mayoría de las MAVs ocurren de manera esporádica sin patrón hereditario claro. Sin embargo, aproximadamente un 5% de los casos se asocian a síndromes genéticos como la telangiectasia hemorrágica hereditaria (síndrome de Rendu-Osler-Weber), el síndrome de Wyburn-Mason o la enfermedad de Sturge-Weber. En familias con estos trastornos, puede recomendarse el cribado mediante técnicas de neuroimagen en familiares asintomáticos.

No existe un tratamiento "único" ideal para todas las MAVs. La elección terapéutica debe individualizarse considerando múltiples factores: edad y estado general del paciente, tamaño y localización de la MAV, si ha sangrado previamente, entre otros. Las opciones incluyen resección microquirúrgica, embolización endovascular, radiocirugía estereotáctica o terapias combinadas. En algunos casos, especialmente en MAVs grandes o en ubicaciones críticas, el seguimiento conservador puede ser la mejor alternativa. El Dr. Kevin Armas evalúa cada caso de forma personalizada junto a un equipo multidisciplinar para recomendar la mejor estrategia.

Para pacientes con MAVs no tratadas o parcialmente tratadas, generalmente se recomienda evitar deportes de contacto, actividades de alta intensidad o aquellas que impliquen maniobras de Valsalva (contención de la respiración durante el esfuerzo), ya que pueden aumentar transitoriamente la presión intracraneal y el riesgo de sangrado. Sin embargo, actividades aeróbicas moderadas suelen ser seguras. Tras el tratamiento completo y exitoso de una MAV, las restricciones deportivas pueden reducirse progresivamente según indicación médica específica.

La recurrencia tras una resección quirúrgica completa confirmada por angiografía es poco frecuente en adultos (aproximadamente 6% a 5 años), pero mayor en niños (hasta 14%). Tras radiocirugía, puede haber casos de obliteración incompleta que requieren tratamiento adicional. La embolización como única terapia tiene tasas más altas de recanalización. Por esto, el seguimiento a largo plazo es esencial en todos los pacientes, incluso aquellos considerados "curados", mediante angiografías o resonancias magnéticas periódicas según protocolo individualizado.

Aunque existe cierta controversia, estudios recientes sugieren que el embarazo puede incrementar ligeramente el riesgo de hemorragia en mujeres con MAVs, especialmente durante el tercer trimestre y el parto debido a cambios hemodinámicos y hormonales. Sin embargo, este aumento no justifica por sí solo el tratamiento de MAVs no rotas antes de un embarazo planeado. Para mujeres embarazadas con MAVs conocidas, se recomienda manejo multidisciplinar entre neurocirugía y obstetricia, considerando parto por cesárea programada en casos seleccionados para minimizar el esfuerzo durante el parto vaginal.

Dr. Kevin Armas - Neurocirujano especialista en malformaciones arteriovenosas

¿Necesita una valoración especializada para una malformación arteriovenosa?

El Dr. Kevin Armas cuenta con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de malformaciones arteriovenosas cerebrales en Las Palmas de Gran Canaria. Su enfoque multidisciplinar y el uso de técnicas avanzadas permiten ofrecer un abordaje personalizado para cada paciente, maximizando la seguridad y eficacia del tratamiento.